Evan Gray Miller

Nombre Completo: Evan Gray Miller

Edad aparente/Edad real: aparenta 20 o 21, tiene 71 años
Sexo: masculino
Sexualidad: Bisexual (pero siempre dice que es asexual)
Raza: Doreán-metamorfo
Nacionalidad: nipona
Empleo/Ocupación: armero, asesino si se requiere

Descripción Física: 1.72 de estatura, peso 59 kg, cuerpo delgado pero atlético, ojos color azul claro, afilados y despiadados, cabello lila y liso brillante y limpio que crece rápidamente pero que lo corta para dar un aspecto más formal, lleva uniformes, ya sean de épocas antiguas o modernas, con botas de combate. Piel clara sin llegar a ser pálida, su cuerpo no tiene ninguna cicatriz y se enorgullece de eso, es ligero. Tiene mucho porte a la hora de una batalla serio, con firmeza y actitud, sin embargo cuando se encuentra simplemente fastidiando a alguien, tiene los movimientos de un adolescente molesto.

Spoiler:

Descripción Psicológica: Tiene un carácter desapegado, manipulador y muy cambiante, aun con sus años encima y la sabiduría que posee no pierde la arrogancia, es flexible con los humanos, pero adora la batalla. Solo estar en casos demasiado graves toma un carácter maduro, fuera de estas situaciones sarcástico y mordaz, es frio y cruel para decir las situaciones, se gana enemigos con facilidad y pese a proteger a los humanos de los vampiros y otras razas, es capaz de abandonarlos si la situación es demasiado peligrosa o simplemente el humano no le agrada. Amenazador por instinto, molesto y fastidioso, si alguien, por mínimo que sea, le da pie a sus juegos, le sigue como si fuera una presa. Pelea tanto física como psicológicamente, adora liar tanto a sus presas como enemigos, pero si se aburre simplemente pasa de ellos. Es ególatra, se adora al punto de menospreciar a todos los demás. Listo e ingenioso, su trabajo se lo pide, pero susceptible a la pelea, fácil de provocar pero no por enojo ni coraje si no por su carácter ególatra que lo lleva a demostrar una y otra vez que él es el mejor. En tres palabras: arrogante, amenazador y manipulador.

Gustos & Disgustos:
Le gusta la comida casera
“” las personas que no tienen miedo
“” el olor natural, flores hierba, tierra mojada, etc…
No le gustan los niños llorones, les abandona al acto
“” que le ignoren

Virtudes:
Cuando ayuda a alguien pone todo su empeño en ello.
Sabe escuchar.
Es adaptable.
Ingenioso e inteligente (su oficio lo necesita)
& Defectos:
Arrogante, mucho
Fastidioso, cuando se “apega” alguien
Mentiroso, no se sabe cuando está hablando en serio y cuando no, o cuando miente en nimiedades o asuntos serios.

Secretos & Miedos:
No suele temer ni demostrarlo, pero le asusta verse rodeado por enemigos numerosos. (si les reconoce fuertes)
Tiene pesadillas cada que duerme, asi que prefiere no hacerlo.

Habilidades: Activa. Veloz, es capaz de estar en un lado y aparecer en otro en cuestión de segundos,
Activa. Excelente visión, ya sea en la mañana o a media noche, puede localizar “objetivos” por veloces que parezcan sin perderles el rastro.
Activa: Increíble genio de las armas, tanto para manejarlas como para crearlas (aun si prefiere utilizar una katana que siempre trae con él)
Pasiva: Con sus garras en forma animal se pueden crear medicamentos que curen heridas, por graves que sean, incluyendo las internas, cicatrizándolas y desapareciendo. Inclusive estos medicamentos son capaces de debilitar una enfermedad mortal y retrasarla

Debilidades:
Tiene un mal en el corazón que después de esforzarse demasiado comienza con un entumecimiento del cuerpo que lo deja inconsciente.
Físicamente, debido a su velocidad, carece de fuerza, por lo que utiliza armamento, pero este se agota con facilidad, si el enemigo es muy resistente.
No es capaz de curarse a sí mismo, y en su forma animal es demasiado vulnerable, es decir si arrancan una pluma en su cuerpo humano parecerá una cuchillada en su brazo y espalda.

Historia:Nacido en el conflictos por la dominación del poder, cuando los humanos y las especies más débiles todavía veían una luz de espereza en su obscuro camino, con padres de su misma sangre pura y ancestral.
De niño, y debido a las costumbres de su “clan” lo criaron lejos de las escuelas, aprendiendo solamente el arte de ligarse a su espíritu, entrenaba a diario con costumbres viejas, de espada y capacidades de ocultarse en las sombras, como un ninja, sin lealtad más que a que algunos de su especie y contados humanos.
-Te será útil en un futuro Evan- repetían múltiples maestros y vaya que tenían razón, ocultarse en la noche y a mañana cuando un montón de especies surgían amontones sin siquiera anunciarse.

Siguió con su entrenamiento hasta cumplir los 20 años, con un cuerpo maduro y habilidades perfeccionadas en el combate cuerpo a cuerpo y uso de la espada y cualquier tipo de bomba portátil, maestro de la paciencia y el dominio de emociones propias y muy a menudo las ajenas. Mudándose junto con su familia hasta una ciudad llena de rascacielos.

Una “guerra” demasiado pequeña para ganar importancia entre el mundo, pero lo suficientemente importante para deshacerse de la mayor parte de su clan y familia, los que se debatían entre liberarse del inevitable dominio de los que ahora se conocen como elite y los que apoyaban esta decisión, queriendo ser parte de ellos. En medio del caos de su misma especie no hubo mejor momento para ligarse a su espíritu que ese, la metamorfosis fue dulce y amable con su alma, años de entrenamiento para controlar su sangre de metamorfo valieron la pena, pero lamentablemente y por la sincronización tan fuerte con esos poderes, su corazón dotado solo arrogancia, termino en una guerra que lamentablemente no pudo ganar, su raza, su “clan” era ahora solo un puñado de personas que no le interesaban ni eles interesaba, su madre y su padre únicos los únicos seres a los que obedeció, no estaban incluidos en aquel reducido grupo, pero al verse muertos, su padre en manos elite y su madre en manos humanas, no dudo ni un segundo en desligarse de una guerra que de ambos bandos ya estaba perdida.
Pasaron más de veinte años, los elites tenían el control, se mantuvo al margen, ocultándose, viviendo de conocimientos únicamente, poco a poco la poca evolución que había tenido el hombre, colapsaba-“no debo desperdiciar esta oportunidad”-pensó mientras se colaba en las universidades sin problemas. Leyó, se instruyo clandestinamente entre algunos vasilikós y en mayoría humanos, volviéndose un experto en el uso de armas de fuego, aburriéndose fácilmente de estas y optando por crear unas “al estilo viejo” pólvora, dagas envenenadas y espadas en llama fueron tan solo el principio de sus experimentos militares, creándose todo un arsenal que ocultaba en los un cuarto cerrado de su humilde vivienda entre todas los edificios y condondominios regulares.

Viviendo técnicamente solo, sin motivación alguna que no fuera seguir construyendo armamento para un ya casi imposible levantamiento, perdió la cuenta de cuantos años que ya habían pasado desde que se “mezclo” en aquella sociedad, perdiendo el contacto con los suyos, después de todo, en ellos también aprendió a no confiar.

Vagaba por las calles cerca de un enorme edificio y noto a un chico, de unos 17 años de edad, humano, con el llevaba un libro viejo y aburrido según su gusto científico, pero lo intrigante era ver como se paseaba entre todos aquellos seres de evidente rango superior al suyo-“es un humano solamente”-pensó sin más animo, pero se veía distinto, no llevaba mordidas en el cuello, cicatrices misteriosas u algún rastro de que hubiese sido tratado con agresividad, parecía un …infiltrado, justo como él había aprendido a serlo, el muchacho era un espía en pleno territorio enemigo.

-Muchacho!-le grito, llamando la atención entre toda la gente de la calle, el no volteo, sabía que se dirigía a él, y eso le hizo sonreír divertido-el pelirrojo!-volvió a gritar, deteniendo los pasos de aquel joven, alcanzándolo y mirando sus ojos completamente azules y claros como el cielo, a diferencia de los suyos, aunque azules con tintes violetas y con un brillo especial parecido a la obsidiana -¿qué has averiguado hasta ahora?-pregunto pensando si podía llegar a molestar un poco a aquel infiltrado.

-Nada aun-contesto con una sonrisa ensayada, divirtiéndolo en demasía.
Poco a poco comenzó a seguirlo, buscando algún motivo sin importancia para estar en su compañía o simplemente fastidiarlo.

Cuatro largos años pasaron “jugando” juntos, sin ninguna relación amorosa ni sentimental, él iba a su casa por armamento, y él se los daba-entonces…-se había reincorporado a su mundo y a pesar de salir constantemente por material y en compañía del que llamaba hermano no se comunicaba con más personas a parte de él, ignorando a cualquier otra raza y especie, tan solo vendiendo sus inventos en un local para nada llamativo.

-Sí, me voy-contesto el ojiazul en un tono monocorde, uno que nunca utilizaba, pues siempre era amable-me meteré en problemas seguramente -contesto ya con 21 años, a diferencia del metamorfo el había cambiado su apariencia, pero no su actitud, incluso más refinada con el tiempo.

-Nos veremos… “Ge..”-El pelirrojo le cayó inmediatamente, sin dejarlo continuar, ambos sabían que no se verían en un tiempo, uno muy largo, que sus andadas, que sus experimentos por hobby se detendrían lo suficiente para que quiza alguno de los dos muriera.

-Toma-el pelirrojo entrego un papel con su nuevo nombre-será mejor que “me protejas” cuando nos veamos Evan-salió de su casa, sin revelar ninguna información adicional.

Así paso un año competo sin información alguna de él, aunque claramente nunca a busco, sabía que estaría bien, no intento buscar más compañía, pero si encontró algo que le molestaba, una horda de humanos desconsiderados, ayudados de una que otra especie, tomaron su casa de rehén y abusaron de ella destruyéndola vulgarmente, robando todo su duro trabajo en tan solo un día. Molesto, enfadado, cambio su mueca en las sombras por una sonrisa indescifrable, no amable como la de su “amigo”, si no una siniestra y que se burlaba de ellos.

Sin palabras, sin miramientos, creo un amanecer en plena noche, quemando vivos en una catedral a los actores que le habían saqueado, reconociendo entre la multitud un chico, un hombre de veinticinco años ya- hermano-sonrió mirando quien escapaba del fuego sin dificultad, no necesitaba binoculares para distinguirlo, aquel que se había cambiado el nombre a sus apellidos, el otro Gray Miller, un humano que se volvió su hermano por obligación y que había hurtado su propiedad con una excusa tan patética como “quiero ayudar a mi especie”-adelante, yo también entrare a tu juego hermano-dijo dando media vuelta, si los humanos eran tan traicioneros y embaucadores como el mismo, no estaban tan equivocados los suyos para querer protegerlos.

Actualidad…vagando por las calles un neófito vampiro, percibe un olor, que se ve colapsado por una bomba fétida, dos rápidos cortes en su espalda le dejan en el suelo, para luego prender en llamas-va el primero…-menciona, revisando el cuerpo inerte del neófito que acaba de asesinar.

Datos Extras:
Aun cuando los protege, suele fastidiar a los humanos en demasía y llega a matar a aquellos que considera potencialmente peligrosos.
Come lo que sea, fino o no, está acostumbrado a la comida en latada y preparada, no tiene gustos extravagantes.
No es muy interesado a tener relaciones personales, ya sean sexuales o sentimentales realeses capaz de corresponder pero no durara mucho tiempo.

Nombre original del personaje: Saito Hajime
Procedencia: Hakuouki